Anteriormente la excavación era la única herramienta con que contaba el arqueólogo para hallar estructuras arqueologías sepultadas, en la actualidad la prospección geofísica ha tenido un importante desarrollo y es cada vez más común su aplicación en proyectos arqueológicos. La razón es simple, se trata de métodos no invasivos y no destructivos que pueden proporcionar información pertinente sin que los objetivos sean perturbados permitiendo evaluar el potencial de una zona antes de iniciar la excavación, con el beneficio de reducir costos y ayudar a planificar la posterior intervención ya que es posible disponer de un mapa bien detallado de las posibles estructuras conservadas del asentamiento.
Radar de Penetracion Terrestre
Perfilaje Electromagnético
Caracterización de espesores litológicos
Detección de cavidades
Exploración minera somera
Localización de fallas y fracturas
Cartografía subterránea y localización de objetos enterrados
Localización de Infraestructura eléctrica y sanitaria
Identificación de objetivos forenses